Oración de Jesús y vida cotidiana, contemplación




El retorno a la vida de cada día

Los hesicastas, por su vocación específica, no intentaban volver a la vida común. Sin embargo, la oración de Jesús, de por sí hace posible este retorno al mundo. No es pura casualidad que su propagador sea un “peregrino ruso”. La vida de estos stranniki significa, por una parte, una separación continua de todos y de todo; por otra parte, sin embargo, ella implica una continua novedad y contactos del todo inesperados. Mas, todas las impresiones nuevas vienen advertidas y aceptadas con una disposición interior fija, producto de la jaculatoria que se repite siempre y que acompaña todo encuentro.
El Peregrino ruso le atribuye una fuerza transformadora, casi sacramental: “Cuando uno me insulta, no pienso otro beneficio que la oración de Jesús; inmediatamente la ira o la pena se desvanecen y olvido todo. Mi espíritu se ha vuelto simple, verdaderamente. No me apeno de nada, nada me preocupa, nada de cuanto es exterior me detiene…” ¿No es esto la finalidad de lo que se considera “contemplación natural”, elogiada por los Padres griegos? ¡Ver las cosas del mundo, mas no quedarse en ello, ver a Dios en cada cosa!

Texto de la Oración Hesicasta de la obra italiana: La Preghiera. E. ANCILLI.
TOMÁS SPIDLÍK. La preghiera esicastica, I. Citá Nuova, Editrice. Roma 1990.

Traducción al Castellano: F. Panella

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